Sus padres, Chantal y Didier Lamic, presentarán próximamente la Web a través de la que se emitirá la vida de su hija en tiempo real.
Anne de 32 años y severamente incapacitada pasa sus días acostada en su habitación de la casa familiar en la localidad de Tallars, en los Alpes franceses.
La familia Lamic se defiende de las críticas que le han llovido desde la prensa gala. Su padre con otros tres hijos, asegura no se trata de exhibicionismo, sino de darle a Anne el estatus de persona de pleno derecho y devolverle su dignidad.
Sin embargo, muchos creen, que poner a la vista de todos la vida de la mujer, que no habla, no anda, ni come sin ayuda, será como una violación que los periódicos definen como "el Big Brother de la discapacidad".
Para los padres, sin embargo, la experiencia es una invitación a la reflexión que pueda abrir un debate sobre los niños de la sombra y del silencio que quedan escondidos y que nadie ve nunca.
"Si ella no puede ir hacia los demás, los demás podrán venir hacia ella", aseguró la pareja Lamic, convencida de que su hija no se opondría a la decisión.