Los primeros momentos de una investigación siempre suelen ser muy importantes. En el caso de Marta del Castillo no fue menos. El acta policial confirma que la policía a los cinco días de la desaparición de la joven tenía pruebas concluyentes, según recoge el diario El Mundo, y que, sin embargo, no detuvieron a Miguel Carcaño hasta dos semanas después.
La policía recoge en el informe que de las 10 muestras tomadas a la silla de ruedas de la madre de Miguel, cuatro eran de sangre. No obstante, solo una de ellas se ajustaba al perfil de Marta. La tomada en la empuñadura izquierda.
La silla de ruedas fue intervenida en la casa que compartían Miguel y su hermano Francisco Javier, también imputado, un día después de que Antonio del Castillo denunciara la desaparición de su hija, es decir el 26 de enero.
Lo que no han determinado los investigadores es si los otros tres restos de sangre pertenecen a alguno de los imputados. Si fuera así podría implicarles directamente en el traslado del cadáver.
Los especialistas de la Policía detectaron muestras de sangre, pero ni una sola huella dactilar.
EBP