Rove se reunió con la fiscal especial, Nora Dannehy, en la oficina de su abogado, Robert Luskin. Ninguna de las partes hizo declaraciones a la prensa.
Dannehy busca determinar si se presentan cargos contra representantes de la Casa Blanca de Bush por el cese de varios fiscales federales en 2006.
El ex asesor político y mano derecha de Bush ha asegurado que cooperará con la investigación.
Rove se había negado a declarar en una investigación interna previa del Departamento de Justicia, que concluyó que el cese de los nueve fiscales tuvo motivos políticos.
Aunque los fiscales federales están nombrados por el estamento político y su permanencia en el puesto depende de la voluntad del presidente de EE.UU., no se les puede cesar por razones ajenas al desempeño de su trabajo.
Inicialmente, el Gobierno de Bush indicó que se cesó a los fiscales debido a su mal trabajo.