La reforma de la ley del Aborto ha superado el primer trámite parlamentario al ser rechazadas todas las enmiendas en el Congreso con 182 votos en contra, 162 a favor y 1 abstención.
Durante su intervención para la defensa de la reforma, Bibiana Aído ha insistido en la necesidad de dar protección jurídica a las mujeres que quieren interrumpir voluntariamente su embarazo y en la obligación de cualquier Gobierno, "sea del signo que sea", de hacer frente a esta situación bajo el rigor y la responsabilidad de contemplar la realidad tal y como es".
La Ministra de Igualdad asegura que esto es lo que pretende el Gobierno "ante una situación insatisfactoria, preocupante por el aumento de abortos y embarazos no deseados", explica. "Proponemos reformar una legislación que obliga a las mujeres a pasar por la humillación de alegar problemas psíquicos, para interrumpir su embarazo, y por el temor permanente de que su historial clínico termine en un juzgado".
Abortar con seguridad sanitaria
"Es hora de decidir si enfrentamos el problema o miramos a otro lado, si regulamos esta situación absurda y si hemos de juzgar y condenar a las mujeres q se enfrentan a la situación mas difícil de su vida", ha continuado, "el Gobierno lo tiene claro hay q asumir la responsabilidad y responder a los problemas de la sociedad".
La ministra asegura que "nadie considera el aborto un bien deseable", por lo que, "pretendemos q las mujeres lo hagan con seguridad sanitaria y q no puedan ir a al cárcel por tomar esta decisión".
"Las mujeres no merecen ser criminalizadas"
Dos de los objetivos fundamentales de esta ley son "garantizar la salud sexual y reproductiva e impedir embarazos no deseados que terminan en abortos".
Esta ley "rompe una lanza ante la responsabilidad de las mujeres en la maternidad", dice la ministra, "las mujeres no se quedan embarazadas para abortar, no merecen ser criminalizadas, juzgadas o condenadas, por eso eliminamos la pena privativa de libertad y la amenaza del castigo de cárcel para las mujeres que interrumpen su embarazo".
"Proteger a los jóvenes"
Uno de los puntos más polémicos de la ley es que se permita a las chicas de 16 años poner fin a su embarazo sin el consentimiento de sus padres. Bibiana Aído defiende este punto asegurando que defiende la capacidad de decisión de los jóvenes y equipara el aborto al resto de prestaciones sanitarias cuya edad límite es la misma, "queremos proteger la salud de los jóvenes y que se vean abocados a la clandestinidad".
Alonso: "Las mujeres que quieren abortar no son criminales"
José Antonio Alonso, portavoz del PSOE en el Congreso, ha dicho que su partido no va "a añadir dolor a la decisión tan difícil que han de tomar algunas mujeres". "El derecho penal se crea para luchar contra lo criminales y las mujeres que quieren abortar no son criminales", ha añadido, "nosotros no vamos a permitir su criminalización".
Sobre la interrupción del embarazo en menos de 16 años, Alonso ha afirmado que "esta ley no prohíbe q las hijas hablen con sus padres". "Las q tengan una relación normal con sus padres seguirán teniéndola y contaran sus problemas", ha explicado, "las que no la tienen podrían padecer presiones, persecuciones violentas o malos tratos, si las obligamos a contarlo tendrán q ir a circuitos clandestinos y nosotros mismos estaríamos forzando a que no cumplan la ley q estamos aprobando".