La ONU prende una llama eterna 25 años después de la toma al Palacio de Justicia en Bogotá

AGENCIA EFE 05/11/2010 00:00

Salazar lideró este homenaje junto al mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, y el presidente interino de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Jaime Arrubla, en el mismo escenario donde ocurrió aquella tragedia en 1985.

"Es un símbolo perdurable en memoria de las víctimas y una luz de esperanza por la vida y la justicia, por una Colombia mejor", expresó el diplomático.

Este simbólico acto "sirve para hacer memoria de lo que ocurrió, para sacar lecciones del pasado y para comprometernos a que hechos como éstos no vuelvan a suceder en nuestra historia", expresó a su turno el presidente Santos.

Santos, quien sustituyó en el cargo a Álvaro Uribe el pasado 7 de agosto, es el primer mandatario colombiano que en 25 años participa en un homenaje a la memoria de las víctimas del denominado Holocausto de la Justicia, ocurrido durante la Presidencia de Belisario Betancour.

Y hoy dejó claro que ha asumido como un deber "rescatar la verdad, por dolorosa que sea, sobre lo que ocurrió en el Palacio, y acompañar a las víctimas, a los familiares, que tienen todo el derecho a saberla".

En esa búsqueda de la verdad, una comisión conformada por la CSJ presentó hace ahora un año un informe en el que concluyó que murieron 43 civiles (incluidos once magistrados), otros once miembros de las fuerzas de seguridad y 33 rebeldes del disuelto Movimiento 19 de Abril (M-19), guerrilla responsable de la toma.

También determinó que desaparecieron doce personas, en cuya investigación el único avance ha sido una condena a treinta años de prisión contra el coronel en retiro Luis Alfonso Plazas, responsable de la retoma militar de la sede judicial.

Un total de 28 horas pasaron entre la toma rebelde y el fin de la retoma, que terminó con el edificio arrasado por el armamento pesado del Ejército y las llamas.

"A veces pienso que es una pesadilla", expresó a Efe Cecilia Cabrera, esposa de uno de los desaparecidos, Carlos Augusto Rodríguez, administrador de la cafetería del edificio.

"Es una película de terror ver cada año los vídeos en los que se ve el Palacio ardiendo en llamas, volver a pensar que mi esposo seguramente estaba muy mal, volver a recordar esos instantes de tragedia y de búsqueda, una búsqueda que aún hoy no cesa", remarcó Cabrera, quien acudió a la conmemoración junto a varias decenas de familiares de las víctimas.

Una tarea que precisamente hoy fue reivindicada por el presidente Santos.

"No podemos olvidar tampoco (...) a aquellos sobre los que no se tiene noticia cierta de su paradero, cuya realidad debe conocerse -¡es imperioso que se conozca!- por el bien moral de nuestra sociedad y de nuestro Estado", afirmó Santos.

En términos similares se expresó la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, quien en un mensaje difundido desde Ginebra convocó a Colombia "a continuar en la búsqueda de las personas desaparecidas y a poner fin a la impunidad".

El encargado de leer el mensaje de Pillay fue su representante en Colombia, quien expresó su confianza en que se puede llegar a la verdad, identificar a los responsables y hacer justicia.

Salazar recordó que la toma rebelde fue "violenta" y la retoma militar "a sangre y fuego".

En esas 28 horas, expresó, se hizo un uso "irracional" de las armas y "desproporcionado de la fuerza" con el desprecio por el derecho a la vida.

Es la misma percepción del magistrado Arrubla, para quien durante aquellos hechos tan oscuros de la historia reciente de Colombia "se perdió la sindéresis en aras de salvar las instituciones".

"Todavía -afirmó el letrado- nos duele ver el templo de la justicia en llamas y haber observado la sangre de nuestros compañeros correr por las calles".