Francisco ha llamado a los religiosos a tener siempre "unidas" las dos dimensiones, la de la vida personal y apostólica y les ha recordado que el servicio a los pobres y excluidos de la sociedad no es "filantropía".
"Todos estamos encaminados en el seguimiento a Jesús. Toda la Iglesia está llamada a caminar con Jesús por las calles del mundo, para encontrar la humanidad de hoy que necesita, como escribía don Orione, del 'pan del cuerpo y del divino bálsamo de la fe'", ha exhortado.
Asimismo, el Papa ha reiterado su llamada a los religiosos a que no se encierren en su comunidad. "Hay mucha necesidad de sacerdotes y religiosos que no se detengan solo en las instituciones de caridad, que son necesarias, sino que sepan ir más allá de sus confines, para llevar a cada ambiente, también al más lejano, el perfume de la caridad de Cristo", ha señalado.
Por ello, les ha pedido que no pierdan nunca de vista "ni la Iglesia" ni la "comunidad religiosa" y ha manifestado que su servicio a la Iglesia será más "eficaz", cuanto más se esfuercen en cuidar su "adhesión personal a Cristo y a su familia espiritual". Finalmente, ha exhortado a los religiosos a ser un "buen ejemplo para los jóvenes".