El fiscal afirma que el acusado mató "conscientemente" a Nagore Laffage

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 09/11/2009 14:20

El fiscal superior de Navarra, Javier Muñoz, ha pedido así para el acusado en la última jornada del juicio una pena de 17 años y seis meses de prisión por el delito de asesinato, dos años y medio menos de lo que solicitaba inicialmente, al aplicar la atenuante de "reparación del daño". Según expuso, el procesado ha abonado 126.853 euros en favor de la familia de la víctima. El fiscal solicita además una indemnización de 120.000 euros para cada uno de los padres de Nagore Laffage y 80.000 para el hermano.

El Ministerio Público ha manifestado en su exposición, que se prolongó durante una hora, que el acusado tuvo "intención de matar" y que ha existido alevosía. Ha asegurado así que José Diego Yllanes agredió a la joven irunesa y que por los golpes la víctima presentaba lesiones "múltiples". "Va minando su voluntad física y psíquica", ha dicho, para exponer que "a las 10.05 horas estaba totalmente indefensa".

El fiscal ha rechazado tres atenuantes planteadas por la defensa del acusado de intoxicación, confesión y arrebato u obcecación . Señaló así que el acusado, residente de cuarto año en Psiquiatría en la Clínica Universitaria de Navarra, no tiene una enfermedad mental y ha manifestado que "cuando comete los hechos no está influenciado por el alcohol", ha afirmado.

Asesinato consciente

A su juicio, así se deduce de las imágenes que hay de él esa mañana, del testimonio de las amigas de Nagore Laffage o de su "conducta minuciosa" en el piso de Sancho Ramírez. "La mató conscientemente", sentenció. Igualmente, el fiscal ha asegurado que no se le puede aplicar la atenuante de confesión ya que, expuso, "no sólo no ha confesado sino que ha entorpecido la investigación", que lo demuestra, indicó, el hecho de que cortara el dedo a la víctima, metiera sus pertenencias en bolsas y se exculpara diciendo que había bebido. Tampoco ha aceptado la atenuante de arrebato u obcecación, ya que se preguntó si el arrebato le dio "hasta el punto de matarla".

Para el fiscal, no concurre en este caso un delito de profanación de cadáveres, como solicitan algunas de las acusaciones, porque para ello debe existir "intención de atentar a la dignidad y menospreciar un cadáver". "Aquí existe el ánimo de no ser identificado", ha opinado. CGS