Los padres de la pequeña Asunta Basterra se ven las caras en la vista preliminar del juicio. Son los principales sospechosos del crimen y hasta ahora se habían protegido con sus testimonios. Ahora, casi diez meses después de que la niña apareciese muerta en una cuneta, los padres de la pequeña empiezan a acusarse. Alfonso sabe que todas las pruebas científicas apuntan Rosario y le echa la culpa de todo. Pero la investigación le considera igual de culpable que su exmujer.