Una animadora con anorexia se recupera y se convierte en culturista

Informativos Telecinco 25/07/2017 00:38

Racquel Symons, de 20 años, del condado de Orange, California, acabó pesando 40 kilos después de dejar de comer. Algunos de sus compañeros la dejaban caerse aposta y le decían que pesaba demasiado.

En un intento por perder peso, la joven comenzó a comer sólo dos claras de huevo duro hervido, una lata de atún y algunas verduras todos los días. No fue hasta que su padre se acercó a un nutricionista deportivo para ayudarla cuando ella comenzó a entrar en el culturismo, recoge Mirror.

Ahora Raquel se mantiene sana y hace cinco comidas al día para conseguir ganar músculo. "Sufrí desorden alimenticio por un poco menos de un año. En la escuela secundaria, yo era una animadora (la que volaba) y las bases, las chicas que me recogían, se quejaban de que yo pesaba demasiado cuando estaba en 50 kilos "dijo Racquel.

"Ellas querían ser voladoras también, así que me dejarían caer deliberadamente para hacerme quedar mal, yo les creí y dejé completamente de comer. Perdí casi 12 kilos en menos de dos meses". "Sólo comía un poco de verduras y uno o dos huevos duros y eso era todo el día".

"Cuanto más hacía esto, mi cuerpo se acostumbraba más a ello, ya no tenía hambre, no tenía energía, dormía todo el tiempo". "Había muchas mañanas cuando bajaba las escaleras y mi mamá se echaba a llorar, me rompía el corazón, me decía todo el tiempo que no me lastimaba a mí misma, estaba lastimando a toda mi familia".

Cuenta que un día su padre fue a un nutricionista para suplicar que ayudara a su hija, quien le puso un plan de dieta para volver a recuperarse y estar sana de nuevo. Fue a partir de ahí cuando se aficionó al culturismo.

Dos años después, Racquel ha competido en nueve espectáculos de culturismo NPC, dos de los cuales fueron espectáculos nacionales. Ella llegó primero en su segundo show nacional donde se convirtió en una Federación Internacional de Fisicoculturismo y Fitness (IFBB) Bikini Pro.

"Superar la anorexia ha sido un enorme peso sobre mis hombros que viví mi vida temiendo la comida y tenía ansiedad por ganar peso. Me impidió hacer muchas cosas", dijo. "Lo que encontré más difícil sobre mi recuperación fue decirme a mí mismo que no voy a ganar seis kilos si me tomo una rebanada de pizza y helado y que no me matará ni arruinará mi cuerpo. Fue difícil para mí darme cuenta de eso".

Racquel trabaja seis días a la semana y dice que sus amigos y familiares están orgullosos de lo lejos que ha llegado. Ella espera ser capaz de inspirar a otros a buscar ayuda. "Todos están muy orgullosos de mí, todos dicen lo bien, sana y feliz que estoy ahora".