Ramón Santiago secuestró, violó, quemó viva y atropelló hasta quince veces a Sandra Palo, junto con tres amigos en mayo de 2003. Tenía 17 años y se le condenó a ocho años de internamiento y cinco de libertad vigilada por secuestro, violación y asesinato. En el juicio declaraba con frialdad y contestaba al juez con evasivas.
Ahora, cuatro años después del juicio, el juzgado de Menores número 7 de Madrid revisa su situación procesal ya que en julio cumplirá los 23 años, que es la edad límite para permanecer en un centro de menores.
Ramón Santiago podría pasar entonces a un régimen semiabierto. A esta medida se opone rotundamente la familia de Sandra, que ya en 2007 ya tuvo que soportar como uno de los acusados era puesto en libertad vigilada tras cumplir cuatro años de condena. MTF