Así, la Sala desestima un recurso de apelación interpuesto por el acusado contra un auto judicial en el que se le denegaba la suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad. En dicho recurso se solicitaba la suspensión de las penas impuestas y, de forma subsidiaria, el cumplimiento de las mismas en un centro concertado para el tratamiento de adicción a sustancias estupefacientes.
La sentencia, que condenó al acusado por un delito de violencia física habitual y tres delitos de violencia de género, refleja como probado que el acusado sometió a su pareja sentimental, con la que convivía, a una situación de sometimiento y dominación, con constante violencia física sobre ella, lo que motivó que acudiera a los servicios sociales para su asistencia en centro de protección de mujeres.
En concreto, el acusado le había propinado golpes por todo el cuerpo, incluso cuando estaba embarazada de cuatro meses, y le llegó a mostrar una navaja para intimidarla.
La Audiencia, para argumentar su decisión, se remite al auto recurrido, el cual indica que no se desprende que el penado hubiese cometido el hecho delictivo a causa de su dependencia de sustancias estupefacientes, por lo que no se estima procedente la concesión de la suspensión de la pena "por no cumplirse las exigencias legales al respecto".