¿Cuáles son los beneficios de los abrazos?

Informativos Telecinco 21/12/2014 13:52

Por lo general disfrutamos mucho de los abrazos que nos damos con las personas que queremos, pero también son muy efectivos cuando lo hacemos con personas diferentes. Cuando abrazamos liberamos el estrés, la ansiedad, la depresión y creamos una especie de confianza en nosotros mismos. El estudio realizado por la Universidad de Pittsburgh afirma que cuando abrazamos a otras personas, la oxitocina, o más conocida como hormona del amor, incrementa y mejora la salud de nuestro organismo.

Teniendo claro esto, aquí te dejamos los beneficios reales de dar abrazos de forma rutinaria:

1. Reducen el estrés la ansiedad. Los abrazos reducen la producción de la hormona llamada cortisol, la cual favorece el estrés. Al reducir esto se aumenta la cantidad de serotonina y dopamina, que dan sensaciones de bienestar y tranquilidad.

2. Reducen la presión arterial. El sistema nervioso se activa, se libera la hormona oxitocina y activamos unos mecanorreceptores de la piel que son los encargados de reducir la presión arterial.

3. Mejoran el sistema inmune. Según Karen Grewen, una de las investigadoras del estudio, los abrazos con las personas que queremos aumenta el nivel de oxitoxina; gracias a esta hormona recibimos grandes beneficios para el sistema cardiovascular.

4. Mejora el estado de ánimo. Cuando abrazamos se eleva la serotonina y por ello recuperamos poco a poco nuestro buen estado de ánimo.

5. Relaja los músculos. Los abrazos estimulan la circulación en los tejidos blandos y gracias a esto se pueden calmar dolencias musculares y liberar la tensión.

6. Generan confianza y seguridad. Los abrazos nos hacen sentir apoyados y en confianza, gracias a esto se genera una seguridad que favorece la comunicación tanto con personas cercanas como con el público en general. Recibir un abrazo antes de hablar en público hará que nos desempeñemos mejor.

7. Elevan la autoestima. Muchos especialistas asocian la autoestima con el contacto físico que recibimos desde que somos niños. Las sensaciones que experimentamos a temprana edad nos marcan de por vida y con esto se incrementa nuestra capacidad de querernos y respetarnos por el resto de nuestra vida.