Borja llama por su propio nombre a cada una de las 120 vacas lecheras de su granja de El Boalo en Madrid. Y este trato puede resultarle rentable.
Según un estudio de la Universidad de Newcastle si a una vaca se le llama por su nombre produce hasta 235 litros de leche más al año. A más cariño, más leche.
El estudio concluye además que tratándolas con cariño las vacas demuestran un mejor temperamento a la hora de ser ordeñadas.
Y cuanto antes se les quiera mejor. Como los humanos Borja bautiza a sus ternares prácticamente al nacer. Haciendo la cuenta de la lechera por personalizar a sus 120 vacas obtiene más de 28.000 litros más año, casi el ordeño de dos semanas.
Así que si queremos sus fresca lecha más vale que les demos mucho amor