Los expertos advierten de todas formas que la cantidad de casos en el país puede volver a expandirse durante los últimos meses del año, cuando las temperaturas locales comiencen a subir, por lo que recomiendan mantener las tareas de prevención.
La mayoría de los casos de Buenos Aires son de personas que contrajeron la enfermedad después de viajar al norte, la zona de Argentina más afectada por el dengue, que en los últimos meses causó el peor brote de la historia del país.
"Se esperaba en la ciudad el aumento de casos como consecuencia del movimiento turístico de los fines de semana largos (por festivos)", explicó el director del Instituto Pasteur de Buenos Aires, Oscar Lencinas, a medios locales.
Además, se espera la confirmación de otros 1.080 casos sospechosos que son estudiados en un centro asistencial de Pergamino, a las afueras de la capital argentina.
Las norteñas provincias argentinas de Salta, Chaco y Catamarca son las más afectadas por el brote de la enfermedad transmitida por el aedes aegypti, que en lo que va del año ha causado al menos cinco muertes, según cifras oficiales, aunque entidades sociales denuncian que la cantidad de fallecimientos es mayor.
Organizaciones no gubernamentales también advierten de que el número de enfermos de dengue en el país duplica a los 23.470 informados oficialmente, la mayoría de ellos registrados en el norte del país, en provincias cercanas a Bolivia y Paraguay.
El pasado domingo, una mujer boliviana de 58 años murió en un hospital de la provincia de Salta a raíz de un cuadro de dengue hemorrágico, la variante letal de la enfermedad.
En tanto, Sandra Mendoza presentó el pasado viernes su renuncia al cargo de ministra de Salud de la provincia de Chaco tras la polémica desatada por su desempeño ante la epidemia.
Dirigentes de la oposición y miembros de organizaciones sociales habían acusado a la ahora ex ministra de "reaccionar tarde" ante la expansión de la enfermedad.