Prisión provisional para el cazador por matar a dos agentes rurales en Aspa

Informativos Telecinco/Agencias 24/01/2017 18:01

La Fiscalía de Lérida había pedido prisión por dos delitos de asesinato para Ismael R.C. por entender que concurre alevosía, atentado y tenencia ilícita de armas, después de que el acusado compareciera ante el juzgado.

El auto del juez apunta a que, según ha explicado el propio cazador, los dos agentes rurales se acercaron sobre las 10.50 horas a la posición que ocupaba diciéndole: 'Buenos días, somos del Seprona, descargue el arma', y en ese momento el joven se volvió hacia ellos con el arma cargada en la mano y disparó a los dos desde muy cerca.

"Aunque manifiesta haber efectuado los disparos a unos 10 o 15 metros, a falta de informe pericial, las heridas causadas por los agentes parece indicar que la distancia pudo ser menor", reza el auto sobre la versión del acusado.

El juez señala que, aunque el detenido declara haber efectuado tres disparos --pues el arma solo puede tener legalmente tres cartuchos--, lo cierto es que del informe forense "resulta que cada una de las víctimas presenta dos heridas por arma de fuego, todas ellas en zonas vitales".

RECARGÓ Y VOLVIÓ A DISPARAR

El auto recoge que, preguntado por el número de tiros, el cazador ha dicho que el arma no es susceptible de manipulación para admitir más cartuchos, un asunto que será objeto de una análisis posterior, por lo que "de ser cierto no puedo sino concluirse que, tras efectuar los tres disparos, recargó el arma y realizó un disparo más".

La Fiscalía de Lérida había pedido prisión provisional por dos delitos de asesinato para por entender que concurre alevosía, atentado y tenencia ilícita de armas.

En la reconstrucción de los hechos, en la que el detenido ha sido trasladado a la finca del coto de caza de Aspa en la que mató a los dos agentes, de 39 y 43 años, el cazador ha mantenido que no recordaba más de lo que había declarado en los Mossos d'Esquadra tras ser detenido el sábado poco después de haber disparado su escopeta, según ha explicado su abogada, Montserrat Torres.