Así lo muestra un análisis estadístico de la Agencia Española de Meteorología (Aemet), que ha recopilado datos históricos con el objeto de dar a conocer el comportamiento climatológico correspondiente a los días del 15 al 19 de marzo de los años comprendidos entre 1938 y 2015.
En el caso de las temperaturas, el estudio revela que suele ser habitual que a días relativamente frescos le sucedan otros cálidos. La AEMET indica que existe un patrón conocido popularmente como 'tiempo fallero' que en días estables, a partir de mediodía se establece el típico régimen de brisas, que da lugar a que las temperaturas diurnas máximas ronden los 20 ºC, mientras que las mínimas se quedan alrededor de 10 ºC.
La media de las temperaturas máximas de los últimos 78 años en la ciudad de Valencia es de 19,1 ºC, la media de las mínimas es de 8,8 ºC y la media diaria es de 14 ºC. Destaca como la semana fallera con media más cálida la de 1988, con 19,1 ºC, mientras que la de 1973, con 9,2 ºC, fue la más fría.
Al igual que con la temperatura, también hay una gran variabilidad en los datos del registro de precipitaciones. Durante el 50% de los años analizados no hubo ningún día con lluvia apreciable en la semana de Fallas en la ciudad; en un 33% de los años llovió un día de forma apreciable; en un 10% llovió dos días; en un 6% llegó a llover tres días, y sólo en el pasado 2015 se registró lluvia apreciable en la ciudad en cuatro de los cinco días de la semana fallera.
La AEMET precisa que este trabajo no es una predicción, sino una visión general de cómo han sido los días correspondientes a ese periodo de marzo durante los últimos 78 años. En el informe, los días a estudio corresponden al final del invierno y al comienzo de la primavera lo cual se nota en el clima, según AEMET, sobre todo porque con la primavera cesa la influencia de los vientos terrales, que son los más frecuentes en invierno, y comienza a sentirse la influencia del Mediterráneo.