Esta situación viene provocada por una masa de aire sahariano en altura, que va a afectar a la Península Ibéricaa y a la totalidad de Castilla y León.
Esta circunstancia provoca un aumento del riesgo de incendios forestales debido al fuerte incremento de las temperaturas máximas, el poco descenso de temperatura por las noches y la inestabilidad atmosférica, con posibilidad de originar vientos racheados de hasta 25 kilómetros por hora y mala visibilidad, lo que favorece el inicio y rápida propagación de los incendios forestales.
Por todo ello, la Consejería ha decretado la prohibición de barbacoas y la veda al tránsito en zonas forestales. Al mismo tiempo, ha pedido a la población que extreme las medidas de prudencia y que tenga "la máxima precaución" en sus actividades al aire libre.