El obispo de Córdoba llama a empresarios, autoridades y sindicatos a esforzarse para reactivar economía y crear empleo

EUROPA PRESS 30/04/2014 12:48

En su carta semanal, recogida por Europa Press, el obispo ha señalado que "el trabajo humano ha sido santificado por Jesucristo" y "es colaboración con Dios en la obra de la creación y de la redención", de forma que "hacer un mundo mejor, ayudando a los demás y dando gloria a Dios, son los objetivos del trabajo humano".

También, según ha subrayado, el trabajo humano "es cauce de expresión y desarrollo de la persona, que llega a su plenitud en el esfuerzo de cada día, colaborando en la obra de Dios. El trabajo es lugar de encuentro, de relaciones humanas, de concordia" y, en el mismo, "se fragua la paz social".

En consecuencia, según ha argumentado Demetrio Fernández, "la falta de trabajo constituye un problema grave para la vida social de un pueblo" y resulta, según ha señalado, que la provincia cordobesa "tiene la tasa más alta de desempleo, y en relación con los jóvenes alcanza cifras alarmantes".

Esto quiere decir, según ha indicado el obispo, que "no hay lugar para los jóvenes, les hemos cerrado las puertas del futuro, como fruto del egoísmo de los mayores" y ahora "el trabajo se ha convertido en el centro de la cuestión social", razón por la que "empresarios, trabajadores, autoridades, sindicatos, colectivos sociales, todos han de hacer un esfuerzo para reactivar la economía, de manera que se abra el horizonte de la esperanza de un trabajo digno para tantas personas que hoy no lo tienen".

En este sentido, Demetrio Fernández ha señalado en su carta semanal que "el que confía en el Señor acude a la ayuda divina para alcanzar esta gracia, que Dios quiere para todos", la del trabajo, y para ello "San José se nos presenta como especial protector de este mundo del trabajo, y a su poderosa protección nos encomendamos".

MES DE MARÍA

Por otro lado, el obispo ha recordado que "mayo es también el mes de las flores, el mes de María", que en Córdoba comienza "con la fiesta de las Cruces de mayo, que quieren recordarnos a todos la alegría de la redención de Cristo, brotando de la cruz", y también en este mes, según ha resaltado, "miles de niños y niñas se acercan a la primera comunión".

A este respecto, Demetrio Fernández ha señalado que "para muchos será una experiencia intensa del amor de Jesús", razón por la que hay que procurar "no distraer de este objetivo el corazón de los niños, que entienden con más facilidad este amor y comienzan a corresponderle", de manera que "la primera comunión no sea el final, sino el comienzo de una amistad y de una relación con Dios que le lleve a cada uno a la santidad. La familia es factor fundamental, y a eso ayuda la parroquia y la escuela".