¿Una cura definitiva contra la malaria?

REBECA SAN CRISTÓBAL OREA 07/04/2009 00:00

Estos científicos han conseguido desarrollar un insecticida de acción lenta que podría ser el definitivo contra los mosquitos que transmiten esta enfermedad.

Según explican, la clave se encuentra en que este insecticida actúa únicamente en aquellos mosquitos que se encuentran en su fase adulta, los únicos capaces de transmitir la malaria.

"Para detener la malaria, sólo necesitamos matar a los mosquitos adultos", afirma el Doctor Andrew Read. En esta etapa, los insectos se hacen incapaces de volverse resistentes a su veneno.

Esto resulta esencial ya que, hasta ahora, los avances conseguidos pronto se quedaban obsoletos, porque nuevas generaciones de mosquitos habían desarrollado una capacidad de resistencia para el veneno creado.

Llevarlo a la práctica

Por supuesto, ahora queda lo más complicado: trasladar los avances del laboratorio a los afectados. Según Read, si todo funciona como esperan, en esta ocasión la mayor resistencia la encontrarán por parte de la población, ya que el propósito "no es acabar con las picaduras".

"Los mosquitos jóvenes no son peligrosos, pero son molestos y nuestra estrategia no tiene como objetivo controlar a los mosquitos sino a la malaria", ha añadido.

Pasos previos

Sin duda, un hito en las investigaciones para acabar con esta enfermedad fue el hallazgo realizado por el investigador español Pedro Alonso en 2007. En ese momento, presentó una vacuna efectiva en recién nacidos.

La inmunización infantil ante este virus es una de las mayores esperanzas puestas por los médicos para erradicar este problema.

El ensayo clínico practicado en Mozambique, y realizado en 214 bebés de entre 10 y 18 semanas, demostró que la vacuna era segura y, además, redujo las infecciones en un 65 %.

Medidas de prevención

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan una serie de mecanismos para la prevención y la curación como son: los mosquiteros tratados con insecticidas; el tratamiento combinado basado en la planta de la artemisinina (TCA) y el tratamiento preventivo durante el embarazo.

En 2008, todos los países (salvo cuatro) adoptaron la TCA como tratamiento de primera línea contra el paludismo. Las medidas consiguieron reducir las muertes. En África, donde se encuentran más afectados, se redujeron en la mitad.

Para la Directora General de la OMS entre lo que queda por hacer está obtener información estratégica, recoger mejores datos y analizarlos cada año.

"El paludismo es una enfermedad que mata principalmente a niños. De hecho, un menor muere de paludismo cada 30 segundos", concluye el Jefe de Salud de Unicef.