Decenas de peregrinos, tanto de procedencia española como de otros países europeos, esperan en la estación de Chamartín (Madrid) para volver a sus hogares, después de asistir a la celebración de la Jornada Mundial de Juventud en Madrid (JMJ), que concluye este domingo.
En declaraciones a Europa Press, Miguel, de Salamanca, que ha asistido al encuentro con su novia, ha calificado el un fin de semana de "incansable". Los jóvenes han asistido a la Vigilia celebrada este sábado en Cuatro Vientos y la Santa Misa de este domingo debido a que trabajaban y no les era posible viajar antes.
Miguel ha explicado que, durante toda la Vigilia, lo han pasado "muy bien" y que, a pesar de estar ellos dos solos, "hicieron piña con varios grupos de peregrinos". "Yo ya había asistido a la JMJ que se celebró en Roma y, aunque la presencia de gente es la misma, la experiencia es completamente diferente", ha detallado.
La hermana María viaja a Zamora con su compañera María Jesús, donde residen con otras monjas. Mientras comen en uno de los restaurantes de comida rápida de la estación, ha indicado que "ha sido un honor ver al Santo Padre y una obligación más que agradable asistir a la JMJ 2011". "Estamos deseando llegar a casa y contarlo todo", ha remarcado.
Por su parte, Joao, uno de los portugueses que descansa en las inmediaciones de las vías, ha remarcado que "la alegría y la felicidad pueden más que el cansancio". Joao, que se dirige a Lisboa, ha comentado que, a pesar de todo, "sigue con ánimos y con mucha marcha".
Varios grupos de peregrinos están llegando a la estación a través de autobuses que la organización de la JMJ ha puesto a su disposición. Estos autobuses parten del Palacio de Congresos y de otros puntos de la ciudad, como las parroquias. El ambiente en la estación de Chamartín es tranquilo y silencioso, ya que muchos de ellos duermen o descansan.