Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, los arrestados son seis hombres y una mujer de entre 20 y 55 años, de origen español, que actuaban en Valencia y localidades limítrofes. Tres de ellos son personas sin recursos, conocidos en el argot como "hombres de paja".
Las investigaciones se iniciaron hace unos dos meses, al tener conocimiento los policías de que se había realizado la venta de un vehículo seminuevo en un concesionario de Valencia a un hombre que se encontraba desaparecido.
La Policía localizó al hombre, que padecía una disminución psíquica, y averiguó que éste habría sido captado por unas personas en la zona centro de Valencia quienes, tras facilitarle sustancias estupefacientes y bebidas alcohólicas durante varios días, le habían convencido para que les hiciera entrega de su DNI y libreta bancaria. Con la documentación, estas personas financiaron la compra de un coche y el hombre acudió con ellos al concesionario para la firma.
MODUS OPERANDI
Durante las investigaciones, los agentes averiguaron la existencia de un grupo presuntamente dedicado a la compra de vehículos de forma fraudulenta. Algunos miembros se dedicaban a captar a los "hombres de paja" para hacerlos titulares de los coches y los créditos mientras otros se encargaban de realizar todos los trámites con el concesionario desde locutorios, a través de llamadas telefónicas y correos electrónicos.
Una vez lo tenían todo preparado, otro miembro del grupo acompañaba al "hombre de paja" al concesionario para asegurarse de que se formalizaba la compra y financiación, aportando en efectivo como señal una cantidad equivalente al 10 por ciento del coste del vehículo.
Asimismo, otros componentes del grupo acudían después a recoger el vehículo y otro acudía posteriormente a retirar la documentación, que iba a nombre de la persona sin recursos. En todas sus visitas a los concesionarios otros componentes del grupo permanecían en el exterior para detectar la posible presencia policial.
Los policías averiguaron que el grupo se servía de individuos marginados o fácilmente vulnerables como toxicómanos, indigentes o alcohólicos, en todos los casos personas necesitadas e insolventes. Estos eran captados en la zona centro de Valencia o en lugares frecuentados por aparcacoches. Aprovechando su situación de dependencia eran convencidos a cambio de compensaciones económicas.
Posteriormente eran aleccionados por los miembros del grupo organizado para que realizaran su papel de comprador legal del vehículo y no levantar sospechas en los empleados de los concesionarios.
COMPRARON CUATRO COCHES
Los policías los consideran presuntos autores de la obtención fraudulenta de cuatro coches seminuevos de cinco concesionarios de Valencia, Alboraya, Mislata y Sedaví, y del intento de fraude de otros tres vehículos.
Todos los detenidos tenían antecedentes policiales y cuatro de ellos han pasado a disposición judicial. Tras prestar declaración, tres de ellos fueron puestos en libertad, con la obligación de comparecer ante el juez cuando sean requeridos para ello.