La actuación se inició tras la denuncia interpuesta por el propietario de la caballada, quien informó de que unos desconocidos habían accedido a su finca saltando la valla en la madrugada del día 13 aunque no había detectado la falta de material.
La denuncia informaba, asimismo, que uno de los ejemplares había sido inmovilizado con unas cuerdas atadas a los cuartos traseros y le había sido introducido por el ano un mango de madera de 70 centímetros de longitud y cinco centímetros de ancho.
Según el relato del propietario, el caballo presentaba golpes en distintas partes de su cuerpo, así como hemorragia anal y lesiones internas que había provocado su fallecimiento, por lo que la Guardia Civil inicio una investigación que señaló al detenido, quien tenía antecedentes por un hecho similar cometido en la misma explotación agrícola y ganadera.
Una vez se entrevistaron con M.A., quien mostró evidentes signos de nerviosismo y dio respuestas contradictorias, procedieron a su detención como presunto autor de un delito de maltrato animal cuyas diligencias instruye el Juzgado número 2 de la capital.