Al detenido, L.M.P., de 43 años y vecino de esta localidad oscense, se le encontraron en sus explotaciones cercanas a Monzón varios cadáveres de terneros y vacas enterrados en estiércol, entre la paja de la que comían el resto de animales, otros cadáveres en estado de putrefacción entre las demás reses y restos de animales muertos diseminados por toda la zona, quemados supuestamente por esta persona en la misma explotación.
Asimismo, los agentes advirtieron que el resto de reses que se encontraban en la granja estaban en un estado higiénico-sanitario deplorable, mal alimentados y con una delgadez extrema. Debido a esto los animales, en alguna ocasión, se habían escapado a cultivos adyacentes para alimentarse, ocasionando daños a los propietarios de las fincas colindantes.
Los técnicos veterinarios del Gobierno de Aragón levantaron acta de inspección de las granjas, que no reunían las condiciones mínimas exigidas para la sanidad animal y su bienestar.
El Seprona de la Guardia Civil ya había actuado en otras dos ocasiones, durante los años 2009 y 2015, contra el detenido, al poseer éste dos explotaciones de ganado ovino de forma ilegal, teniendo que ser los animales sacrificados por el riesgo sanitario que representaban al resto de la cabaña ganadera.
L.M.P. ha sido puesto en libertad con la obligación de personarse ante la autoridad judicial cuando sea requerido, según ha informado la Guardia Civil.