Los detenidos serán puestos a disposición de la Fiscalía y la acción permitió el desalojo, en la localidad de Yrybú Cuá, de una finca de 5.000 hectáreas, propiedad del empresario ganadero Luis Enrique Barrail, informó el fiscal Julián Camacho.
El desalojo se produce un día después de que en otra operación, encabezada por la fiscal Lilian Ruiz, fueran apresados 109 miembros de los denominados "sin tierra" que permanecían acampados ante el establecimiento agrícola de Orlando Rempsel, en Choré, otro distrito de San Pedro, una de las regiones más pobres del país.
Medios de prensa informaron que cientos de campesinos, en su mayoría de la Organización de Lucha por la Tierra (OLT), siguen al costado de otras haciendas agrícolas bajo la amenaza de ocuparlas en cualquier momento.
"Exigimos al presidente de la República, Fernando Lugo y al titular del Indert (Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra) que den una respuesta inmediata", afirmó Aldo Brizuela, uno de los líderes de la OLT.
Lugo estuvo ayer en la zona para un acto oficial y el gobernador de San Pedro, donde el jefe de Estado fue obispo durante más de una década, José Ledesma, justificó la medida de fuerza de los grupos de campesinos radicalizados.
"Entendemos que cada ciudadano tiene derecho a acceder a un pedazo de tierra. Acá en el departamento de San Pedro pocas personas acceden. (La tierra) está en manos de pocas personas y esto es una desigualdad", afirmó el gobernador.
Asimismo, la Federación Nacional Campesina (FNC), la más poderosa del sector y que agrupa principalmente a pequeños productores de algodón, emplazó por treinta días a Lugo para que libere los recursos para subsidiar a los miembros de esa organización.
El secretario general de la FNC, Odilón Espínola, dijo que los campesinos "ya no tienen qué comer" debido a que la sequía causó estragos en los cultivos y que esa organización promoverá el bloqueo de carreteras para presionar al Gobierno, ya que no recurre a las ocupaciones como método de presión.
Las regiones agrícolas de Paraguay se encontraban en aparente calma luego de que a finales de 2008 y a comienzo de este año se produjeran numerosas ocupaciones de haciendas, principalmente de productores brasileños de soja asentados en el país.