Al igual que en ocasiones anteriores, las autoridades municipales no identificaron a las víctimas y solo detallaron que todos ellos tenían entre 25 y 64 años.
El Departamento de Salud recordó que la mayoría de las muertes vinculadas a la gripe A ocurrieron en personas que presentaban factores de riesgo que podían agravar sus problemas de salud en caso de un contagio gripal.
Además, casi todas se correspondieron con personas que fueron hospitalizadas a finales del mayo, cuando el brote de la gripe se encontraba en su punto álgido en Nueva York.
Los centros sanitarios de la ciudad han atendido a 709 personas hospitalizadas por problemas de salud ligados al virus AH1N1, aunque el número de casos de gripe A confirmados en laboratorio desde que se detectaron los primeros contagios en la ciudad, a finales de abril, asciende a 1.032.
No obstante, las autoridades precisan que esas cifras no reflejan la incidencia real del virus, pues solo se realizan pruebas a un número seleccionado de casos.
En conjunto, Nueva York sigue siendo el estado del país con más afectado por este virus, ya que además de las 23 muertes contabilizadas en la ciudad, en el resto del territorio se han registrado otras cuatro, con lo que el total asciende a 27 fallecidos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la semana pasada la primera pandemia del siglo XXI por el brote del virus AH1N1.
Según datos del pasado viernes, los más actuales del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), la gripe A ha afectado hasta el momento a 17.855 personas en Estados Unidos, de los que 44 han muerto.
Sin embargo, entre esos fallecimientos solo se incluyen los 13 confirmados hasta entonces por el CDC en el estado de Nueva York.
Además, el CDC corrigió hoy la cifra de fallecidos en todo el país, que hasta ahora se situaba en 45, ya que se ha descartado un caso atribuido erróneamente a Dakota del Sur.