Estos huesos podrían corresponder a Antonio Pumar Garrido, un hombre de 59 años de edad, desparecido en abril de 2011 de la Residencia Pereiro en A Medorra, ya que en el lugar se encontró una prenda de ropa con ese nombre, han apuntado las mismas fuentes.
En concreto, fue una mujer que paseaba por la zona en la que aparecieron quien avisó de su presencia a los servicios de emergencias sobre las 12,00 horas.
Los huesos han sido trasladados por las fuerzas de seguridad al instituto forense para que este confirme su identidad.