El macizo andino, ubicado en el sur de Chile, se ha vuelto tema de preocupación para el Sistema de Protección Civil mientras se mantiene la alerta roja en ocho localidades de los municipios de Vilcún y Curacautín, y la amarilla en Cunco, Melipeuco y Lonquimay.
El cráter del Llaima, de 3.210 metros de altitud, se tapó con material piroclástico y los especialistas temen una nueva explosión y posterior erupción.
"Lo errático del comportamiento nos hace actuar con mucho más cuidado, máxime ahora, cuando tenemos el cono obstruido", dijo la intendenta Nora Barrientos.
En tanto, al menos 16 toneladas de alimento concentrado para ganado ovino, bovino y caprino fueron entregadas hoy en el sector Captrén de la comunidad de Curacautín para apoyar a los agricultores que se han visto afectados, principalmente por la caída de cenizas.
"La ministra de Agricultura (Marigen Hornkohl) entregó una tarea específica y es lo que estamos cumpliendo", dijo el secretario regional del ministerio, David Jouannet, quien encabezó el operativo junto con el alcalde de Curacautín, Jorge Saquel, y directivos del Instituto de Desarrollo Agropecuario y el Servicio Agrícola y Ganadero.
El cráter del Llaima ha podido ser observado por los expertos gracias a que el tiempo ha mejorado en la zona.
El volcán, que el pasado fin de semana registró explosiones, flujos de lava y emanaciones de gases y cenizas que formaron una columna de humo de varios kilómetros de altura, se encuentra hoy en calma, aunque sigue cayendo material incandescente a una zona de bosques y hielos.
El Llaima, que desde hace medio año no presentaba actividad, se encuentra a unos 76 kilómetros al noreste de Temuco, capital de la región sureña de La Araucanía, y a sus pies se levantan las localidades de Curacautín, Cherquenco y Melipeuco.
En Chile, que se encuentra sobre el cinturón de fuego del Pacífico, hay más de 2.000 volcanes.
De ellos, unos 125 son considerados geológicamente activos y cerca de 60 han tenido algún tipo de actividad eruptiva en los últimos 450 años.