Mientras se reducía el número de extranjeros, aumentaba el de españoles, aunque en una cifra muy inferior: se empadronaron 141.361 durante el año pasado, un incremento del 0,3 por ciento respecto de 2012.
Así las cosas, de los 46,7 millones de empadronados en España, 41.724.906 tienen nacionalidad española y 5.000.258 son extranjeros, el 10,7% del total de inscritos.
Los mayores descensos se produjeron entre los extranjeros procedentes de los 28 países de la Unión Europea, con 313.446 inscritos menos, hasta un total de 2.047.532 personas. Los inscritos nacidos en otros países se redujeron en 232.534 en el mismo periodo, y sumaban a 1 de enero de 2014 un total de 2.952.726 habitantes.