La gestión de la Iglesia cubana fructifica con el anuncio de 52 liberaciones

AGENCIA EFE 08/07/2010 00:00

El arzobispo de La Habana y principal interlocutor ante el Gobierno, cardenal Jaime Ortega, fue informado de las próximas excarcelaciones en una reunión con el presidente Castro, en la que también participó el ministro de Asuntos Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos, de visita en la isla.

Cinco de esos 52 presos políticos serán excarcelados en las próximas horas y dejarán Cuba para vivir en España, según informó la Iglesia católica en un comunicado.

El resto, 47, serán puestos en libertad en los próximos tres o cuatro meses "y podrán salir el país", según el comunicado oficial del Arzobispado de La Habana.

Además, seis presos políticos serán "acercados" a sus provincias de residencia.

Este compromiso es el paso más importante dado por el Gobierno de Raúl Castro desde que se abrió el inédito proceso de diálogo con las autoridades católicas de la isla.

Los anteriores "gestos" fueron la concesión de una licencia extrapenal para un preso muy enfermo (Ariel Sigler) y el "acercamiento" de doce detenidos a sus provincias.

También supone el mayor número de excarcelaciones concedidas por el Gobierno de Cuba en la última década.

Ante la noticia, miembros de la disidencia interna de la isla tuvieron distintas reacciones, entre el júbilo y el escepticismo.

"Estoy muy emocionada, llevaba varios días esperando el anuncio de las excarcelaciones", dijo a Efe Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco, familiares de los opositores condenados en la primavera de 2003.

Sin embargo, se mostró escéptica y sorprendida por la excarcelación progresiva de 47 presos y opinó que lo más importante es "que sea una libertad real, no una que conlleve a un destierro forzoso".

Sobre el futuro de las Damas de Blanco, Pollán señaló: "Mientras existan presos políticos estaremos aquí", y añadió que en su caso no piensa viajar a ningún lugar.

El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), Elizardo Sánchez, reconoció que "el anuncio es positivo y una buena noticia para los presos y sus familias", pero no satisface las expectativas de los movimientos de derechos humanos porque lo que se pide es libertad incondicional.

Tampoco entendió por qué 47 presos tienen que seguir "languideciendo" durante tres o cuatro meses en condiciones "infrahumanas" en la cárcel y criticó que la decisión del Gobierno suponga cambiar la prisión por el destierro.

Oswaldo Payá, gestor del Movimiento Cristiano Liberación, y Premio Sajarov del Parlamento Europeo 2002, agradeció "a los prisioneros de la 'Primavera de Cuba', a sus familiares, a Dios, a la Iglesia católica, al Gobierno y pueblo español, a las Damas de Blanco, a todos los Gobiernos y personas de buena voluntad" que "han sido solidarios".

"Este es un paso positivo del Gobierno cubano que debe completar liberando a todos los prisioneros políticos cesando la represión contra los que luchan por los derechos humanos y abriendo de una vez el tiempo de cambios que todo el pueblo de Cuba quiere", remarcó a Efe el disidente.

Sobre al disidente Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace más de cuatro meses para pedir la libertad de los presos enfermos, fuentes de su entorno dijeron a Efe que conoce la noticia por las llamadas que ha recibido de la prensa internacional, que no ha adoptado decisión alguna sobre su protesta y que su primera reacción fue de escepticismo.

Fariñas se encuentra en estado crítico por complicaciones en su estado de salud, la más grave un trombo en la yugular que pone en peligro su vida.

Este periodista y disidente de 48 años comenzó su huelga de hambre tras la muerte del preso político Orlando Zapata, que falleció tras un largo ayuno para pedir ser tratado como preso de conciencia.

La muerte de Zapata desató una oleada de críticas internacionales hacia el régimen cubano principalmente desde Estados Unidos y la Unión Europea, países a los que el Gobierno de Raúl Castro acusó de promover una "feroz e increíble" campaña mediática contra la isla.

Según un reciente informe de la CCDHRN, a fecha de 30 de junio había 167 presos políticos en las cárceles cubanas, 34 menos que a finales de 2009.