La Comisión Nacional del Agua (Conagua) había programado cortes en el suministro a una gran parte de zonas del Distrito Federal y de numerosos municipios aledaños, que afectaron a unos cinco millones de personas.
La interrupción se debió a la necesidad de racionar el líquido debido a que las presas que abastecen esta zona se encuentran a menos de la mitad de su capacidad y a la urgencia para hacer reparaciones a el sistema Cutzamala, la infraestructura hídrica que provee a la capital.
Ayer, Conagua anunció la reanudación del flujo un 60 por ciento y dijo que hoy se tendría un suministro del cien por ciento.
El subdirector general de Agua Potable y Saneamiento de esta dependencia, José Ramón Ardavín, informó de que las reparaciones en el Cutzamala concluyeron antes del plazo previsto.
No obstante, aclaró que el agua llegará paulatinamente debido a que los tanques y cisternas deben llenarse y después recorrer las tuberías para que llegue las casas.
Conagua indicó que los trabajos de mantenimiento consistieron en el cambio de válvulas en los equipos de dos de las seis plantas del sistema, además de una revisión de los sellos internos en distintos tramos del acueducto y el reforzamiento de otro sector de tubería que presentaba daños estructurales, entre otros.
Por su parte, el director de Agua Potable, Antonio Gutiérrez, indicó que, con esta tercera disminución de suministro de agua potable, se cumplió con el objetivo de ahorrar dos millones de metros cúbicos durante los días que duró el corte.
Las zonas y barrios que resintieron de manera más crítica el desabasto de agua pudieron recibir el líquido por medio de camiones cisterna, informaron las autoridades.
En los últimos meses México ha resentido una disminución en la disponibilidad hídrica debido a que el nivel de las presas se ha reducido a niveles alarmantes por la falta de lluvias.
Asimismo, la explotación excesiva de los acuíferos ha reducido su capacidad.
La infraestructura hídrica mexicana está constituida por 4.667 presas, 667 de las cuales están consideradas como grandes embalses, aunque las actividades agropecuarias consumen el 77% del líquido disponible y el resto se utiliza para el consumo humano e industrial.