Las heridos de carácter leve, un varón de 37 años y dos mujeres de 32 y 22 años, son de origen rumano y fueron atendidas en un primer momento por el SAMUR de contusiones, magulladuras y cortes.
La explosión se originó en la cocina de la vivienda y aunque se desconocen las causas, los indicios apuntan a que fue producida por una acumulación de gas.
Como consecuencia de la onda expansiva, que no produjo humo ni fuego, la vivienda quedó destrozada, con los tabiques reducidos a escombros y las puertas y falsos techos destrozados, afectando al burete del ático y produciendo la rotura de las ventanas del edificio de enfrente.
Posteriormente, dos de los heridos fueron trasladados al Hospital Ramón y Cajal por prevención.
La Policía municipal, que fue la primera en llegar al lugar del suceso, desalojo a los vecinos del inmueble hasta la llegada de los bomberos, que procedieron a sanear la fachada de enfrente.
Hora y media después de la explosión, los vecinos han podido regresar a sus viviendas, salvo los del inmueble afectado.