El hermano de Carcaño: "No he hecho nada de lo que deba arrepentirme o avergonzarme"

INFORMATIVOS TELECINCO 01/10/2009 12:10

Francisco Javier Delgado compareció por primera vez ante algunos medios de comunicación y lo hizo después de que la nueva búsqueda del cuerpo en la zanja de Camas terminara sin éxito. Repitió que es inocente, víctima de los errores de una investigación policial precipitada y de la presión mediática.

El hermano de Miguel Carcaño, que habló con la prensa durante dos horas en el despacho de su abogado, José Manuel Carrión, ha reiterado que no participó en la muerte, desaparición y ocultación del cuerpo de la joven. No tiene miedo al juicio. "Yo no me creo condenado porque no he hecho nada para ser condenado y creo que si llego a juicio voy a salir absuelto", aseguró.

Delgado cree que es víctima de una "investigación policial fallida y de la presión mediática". Insistió en que no se le ha dado la oportunidad de demostrar su inocencia y ha sido "criminalizado por todos desde primera hora".

Las imputaciones de encubrimiento, amenazas, y profanación de cadáveres, le han "arruinado" la vida, por el simple hecho de ser hermano del presunto asesino. "Que sea su hermano no significa que yo tenga que ser un delincuente".

El hermano del asesino confeso lamenta la presión que está soportando su entorno más cercano. Habló de "acoso, intimidación y extorsión" por la "presión policial". En su opinión, la investigación realizada sobre él y su novia es del todo errónea. "La investigación realizada sobre mí y mi novia es un completo desastre. Si no he hecho nada, ¿cómo he estado tres meses en prisión?", se pregunta Javier Delgado, que no alcanza a comprender "que aquí nadie rectifica cuando se equivoca.

Dijó que las únicas pruebas que hay contra él no tienen fundamento. "Me detuvieron con la declaración del menor y con tres frases sacadas de contexto".

Aseguró que comprende el dolor por el que está pasando la familia de Marta "Entiendo a la familia, que lo está pasando muy mal, y me pongo en su lugar porque yo también tengo una hija; entiendo a esa familia pero yo no puedo ayudarle. Arrepentirse y avergonzarse lo hace el que ha hecho algo, pero yo no he hecho nada", sentenció.

Javier Delgado dijo que seguirá luchando para conseguir que se reconozca su plena inocencia y que lo hace por su familia, sobre todo por su hija pequeña. "Mi hija tiene que saber que su padre no ha hecho nada y voy a luchar hasta donde pueda".

Colaborar con la policía

El hermano de Miguel reveló que ha intentado colaborar con los investigadores desde el primer momento. "Yo quiero la verdad también, no tengo nada que ocultar y a mí la verdad auténtica me exculpa de todo".

Javier Delgado espera y desea que el cadáver aparezca para que se esclarezca la verdad. "Me encantaría que el cuerpo de la criatura apareciera: primero por su familia, para que descanse, y en segundo lugar por mí mismo, porque el cuerpo puede decir muchas cosas y de mí no puede decir nada".

En cualquier caso, Javier descartó rotundamente que él sea ese cerebro al que la Policía atribuye la operación para deshacerse del cadáver, y cree que el hecho de que los agentes no admitan que no ha tenido ninguna participación en los hechos puede obedecer a que "desde la investigación no quieren reconocer que le han engañado unos críos y es más fácil decir que les ha engañado una persona de 40 años".

Creía en la inocencia de Miguel

Javier Delgado sostiene que siempre confió en la versión que le había dao su hermano, de que no tenía nada que ver con la desaparición de Marta. Estuvo ayudando a su hermano porque no había desconfiado en absoluto de la versión que éste le facilitó y que lo hizo como hubiera hecho cualquier persona con su hermano. "Que ahora me doy cuenta de que soy imbécil, pues de acuerdo, pero en aquel momento tenía que ayudar a mi hermano".

Francisco Javier sigue defendiendo que no conocía a Marta y que la tarde del crimen no la vio en la vivienda de la calle León XIII.

Francisco Javier aseguró que no ha hablado con su hermano desde el 14 de febrero, porque probablemente no le podrá perdonar "hasta que esté cerca de la caja de pino".