Según ha informado en una nota la Benemérita, el suceso se produjo cuando el propietario de la parcela abrió la cancela del lugar, y mascota de su hijo, de la raza perro de aguas español, salió fuera y se escucharon disparos.
Asimismo, el responsable del animal, al escuchar estos disparos, salió a ver qué había sucedido y encontró a su vecino limpiando con agua una "gran mancha de sangre", donde a poca distancia se encontraba el animal sin movilidad alguna. Por ello, el damnificado pidió explicaciones en el momento de las razones que habían llevado al agresor a realizar ese disparo, y éste alegó que "no sabía que el perro fuese suyo".
Seguidamente, el responsable del animal lo llevó a un centro veterinario, pero el perro falleció, de manera que el facultativo sólo pudo practicarle la autopsia para elaborar un informe de las lesiones que presentaba, que ha sido aportado al Seprona del Instituto Armado de Morón de la Frontera, que decidió iniciar una investigación.
En suma, los agentes han comprobado que el perro tenía el correspondiente microchip obligatorio para animales de compañía y estaba debidamente vacunado y atendido, de tal manera que han imputado por maltrato animal al sospechoso una vez han finalizado la investigación y han comprobado los términos de la denuncia, que fue presentada por el propietario del perro en el cuartel de La Puebla de Cazalla.