Sin indemnización a pesar de quedar paralítica al bucear en una piscina privada

INFORMATIVOS TELECINCO/AGENCIAS 04/08/2011 07:40

La juez ha indicado que Kylie ha sufrido consecuencias 'catastróficas' por una mala inmersión, pero dictaminó que no sería justo que se le permita demandar el propietario de la piscina - el padre de su amiga – por 6 millones de libras esterlinas en concepto de indemnización. Según la jueza Justice Thirlwall, "es una adulta. Hizo algo que suponía un riesgo obvio. Eligió, voluntariamente, bucear cuándo, cómo y dónde lo hizo, sabiendo los riesgos que implicaba".

Kylie, ahora de 23 años, chocó contra el fondo de la piscina con tanta fuerza que se rompió una vértebra y quedó confinada a una silla de ruedas. La demandante explicó que había bebido tres o cuatro copas pequeñas de vino antes de bucear, pero no estaba borracha. Otros participantes en la fiesta en la casa del hombre de negocios David Hawkins estuvieron saltando y tirándose a 'bomba' en la piscina cubierta.

El señor Hawkins y su mujer no estaban en casa la noche de la fiesta en 2006. Habían dado permiso a su hija para celebrar su 18 cumpleaños con dos amigas y después le dieron permiso para que acudieran dos personas más. Pero, finalmente, 20 adolescentes acabaron en la casa de una exclusiva área de Farnham, en Surrey, después de que la cumpleañera se encontrara con sus amigos en un pub cercano. La joven insiste en que ella sólo invitó a cinco personas que conocía bien pero, señaló a la Corte, "alguno más, simplemente, se presentó".

Algunos de los jóvenes habían estado bebiendo y había una 'atmósfera de fiesta' en la casa. La Corte escuchó que la señorita Hawkins entregó un bikini a la señorita Grimes para que ella pudiera ir a nadar. La joven, que montaba a caballo y era una atleta, nadó durante 30 minutos antes de salir. Después, volvió a entrar en la piscina para una carrera de buceo.

La juez indicó que la inmersión debió de ser más pronunciada de lo que ella pensaba, ya que se golpeó con el fondo y, de inmediato, dijo a sus amigos sus piernas no le respondían correctamente. Kylie fue llevada inmediatamente al hospital pero, a pesar de los esfuerzos de los médicos, quedó paralítica. Sólo puede moverse con la ayuda de una silla de ruedas especial.

Kylie acusaba al dueño de la casa de negligencia por no tener advertencias contra el buceo. Sus abogados creen que la combinación de la fiesta de adolescentes con una piscina abierta era una "invitación al desastre". Pero los abogados del señor Hawkins han explicado que no hay obligación legal de poner advertencias en una piscina privada y que otras personas, incluidas sus propias hijas, habían buceado allí de forma segura. La jueza ha denegado la acusación de negligencia porque "no sería justa o razonable".

Según la jueza, bucear en una piscina conlleva un peligro y "todo adulto con una inteligencia normal lo sabe. La demandante lo sabía".