Fuentes policiales han confirmado que no han intervenido terceras personas y que fue el propio agente quien accionó el arma. Aunque no haya nada oficial, se baraja que el fallecido pudo haberse quitado la vida. Tampoco se descarta que el disparo mortal hubiese sido accidental.
El policía fallecido, que estaba destinado en el servicio de patrullas, llegó pasadas las 14,00 horas a la comisaría para relevar a los agentes del turno matinal. En el momento de producirse el disparo, se encontraba solo en los vestuarios y fueron sus propios compañeros los que acudieron alertados por la detonación y hallaron el cuerpo.
La Policía Nacional de Pontevedra ha señalado que el agente, natural de la ciudad, llevaba varios años destinado en esta comisaría. Asimismo, ha condicionado la celebración de cualquier acto a la voluntad de la familia del fallecido, por tratarse de un "hecho privado".