España y Marruecos se han repartido a los inmigrantes subsaharianos que desde el pasado 29 de agosto se han ido instalando en Isla de Tierra, un islote de soberanía española situado junto a Alhucemas.
"Se ha resuelto como otras veces, cediendo y evidenciando que lo que hay es un problema de fondo con Marruecos, que utiliza el chantaje y las mafias como arma de presión y de renegociar con el Estado español", ha criticado Centella.
A su juicio, "no se le pueden poner puertas al mar" y mientras no se resuelva el problema de fondo, que millones de seres humanos en África no tienen una perspectiva de vida, esta situación intentan resolverla de "cualquier manera".
En este sentido, Centella confía en una política que haga posible que estas personas no tengan que saltar la valla o tengan que irse a un islote "a la desesperada", como ha sucedido en esta ocasión.