El canadiense -que da vida a Christian Grey- ha mostrado su lado más humilde en The Guardian. Reconoce que es "difícil convivir con él" debido a su gran hiperactividad. "Mi mujer preferiría que pudiera sentarme y leer un libro". Y aunque ha estado a punto de perder su papel en la serie televisiva 'The Fall' por ser demasiado guapo, afirma que también tiene sus complejos: Su nariz está ligeramente torcida a la derecha -tras rompérsela jugando al tenis y al rugby- y reconoce que no le gusta su aspecto sin barba debido a su empeño por no parecer un niño.