Una joven con anorexia al borde de la muerte se salva gracias al 'pole dance'

Informativos Telecinco 25/05/2017 16:55

Amber Harkin, de 26 años, sólo tenía 14 cuando comenzó a tener problemas con su cuerpo. Fue en 2014 cuando la joven fue diagnosticada con anorexia. Aunque durante dos años recibió tratamiento psicológico, su peso bajó hasta que finalmente dejó de comer. Los médicos le dijeron a sus padres que no iba a recuperarse y la enviaron a casa, demasiado débil para ni siquiera caminar.

Amber estaba tan mal que cuando fueron a un funeral familiar, la joven llevaba ropa para niños de 12 a 13 años. Sin embargo, todo cambiaría cuando vio un anuncio en Facebook de lecciones de ‘pole dance’, informa Mirror.

Le atrajo tanto la idea que comenzó a estar cada vez más motivada para levantarse cada día y hacer esfuerzos por comer, con el objetivo de poder apuntarse a estas clases de baile.

Gracias a esta actividad, Amber ahora hace tres comidas al día y está mucho más sana. Aunque admite que todavía tiene mucho trabajo por hacer en cuanto a la lucha con sus demonios internos.

"El ‘pole dance’ significa todo para mí, realmente creo que sin esto no estaría viva", aseguró Amber."Mi primera clase fue horrible, estaba muy débil, ni siquiera podía levantarme, y estaba demasiado asustada para hacer cualquier movimiento delante de las otras personas de la clase".

Pero explica que cuando conoció a Karen Baldwin, una instructora que también es una terapeuta calificada, le ayudó hasta el punto de que le impartía clases particulares. "Ella me ha ayudado a sentirme orgullosa de mí misma por primera vez, y bailo no sólo frente a otras personas en las clases, sino también en espectáculos".

"Mi cuerpo ha cambiado definitivamente gracias al ‘pole dance’, y me ha enseñado a desafiarme para seguir mejorando", explica.

Amber siempre fue delgada pero comenzó a perder peso en su adolescencia, cuando comenzó a dejar de comer. Su madre, Theresa Harkin, notó que estaba quitándose comida, ya que Amber comía cada vez cantidades más pequeñas de comida.

Cuando tenía 22 años, dejó de comer durante toda una semana y fue cuando su madre buscó ayuda médica desesperadamente.

Tres años después, asegura que no entiende qué fue lo que provocó su anorexia. "Comencé a tirar mis almuerzos unos años antes de ir a ver a un médico". "Mi madre sabía que yo estaba haciendo esto, pero yo venía a casa y comía un paquete de patatas fritas, así que ella no le dio demasiada importancia". Ahora, Amber ha mejorado mucho y confiesa haberse recuperado gracias al ‘pole dance’.