Denis Chirinos, especialista en urología de un hospital en Tegucigalpa, Honduras, ha contado el caso de un paciente de 22 años que llegó al centro con una erección que se prolongó durante cuatro días.
El órgano viril del joven tuvo que ser drenado "para derivar la sangre" , explicó el experto.
Chirinos ha explicado los peligros que entraña la combinación de sustancias estimulantes y drogas para conseguir una erección potente, según el periódico El Heraldo.
Esta mezcla provoca que el cuerpo cavernoso del pene se llene de sangre, la presión que se genera impide que esta sangre pueda salir y se crean pequeños coágulos que deben ser extirpados con cirugía.
“Se produce una enfermedad que se llama priapismo, es una erección patológica provocada aún sin estimulación sexual, genera intenso dolor porque el pene no retorna a su estado flácido por un tiempo prolongado”, explicó el especialista.
La consecuencia, advirtió Chirinos, es que estos pacientes sufrirán de disfunción eréctil el resto de su vida.