Jennifer Jones ya había secuestrado ilegalmente a sus cuatro hijos tras regresar a Reino Unido después de la separación matrimonial.
El padre de los menores, Tomás P. C., ciudadano español y ex marido de Jones mantenía una batalla legal por la custodia desde la separación en 2008.
Sin esperar sentencia, la británica huyó con sus cuatro hijos en 2009 a Gales, donde presentó una solicitud ante el Tribunal Superior para mantenerlos, según publicó el 'Daily Mail'.
La semana pasada un juez rechazó su petición y ordenó a la mujer devolver los niños a España, antes de la medianoche del viernes. Sin embargo, ella no lo hizo.
Se le ordenó entonces a comparecer en una audiencia el lunes, a la que recurrió la decisión, pero le dijeron que los niños tenían que regresar de inmediato.
Cuando los agentes de policía y los trabajadores sociales llegaron a su casa en Llanelli en las primeras horas de este lunes, no la encontraron ni a ella ni a sus hijos: Jessica, de 14 años, Tomas, de 12, Eva, de nueve, y David, de ocho. Todos habían desaparecido.
El juez Roderic Wood tras conocer lo ocurrido de la división de asuntos familiares de la Corte de Londres dijo estar "muy preocupado por los niños."
Los abogados del padre de los menores, Tomás P.C, de 52 años, dijo que pensaban que la mujer había huido con su novio, John Williams.
La pareja tenía otra hija, Sarah, de 16 años, la mayor, que decidió volver por su voluntad a Mallorca.
El padre mostró su preocupación y aseguró que lo único que desea es que sus hijos regresen sanos y salvos a "donde pertenecen".
"Estoy muy preocupado por su bienestar. Sus vidas están aquí, en España, sus amigos están aquí, son muy felices aquí.
El padre dijo que vio por última vez a Jessica, a Tomás, a David y Eva en junio pasado, cuando él se los dio a su madre cumpliendo los términos de la custodia.
Sin embargo, cuando más tarde él viajó a Reino Unido a recogerlos la madre no se presentó.
La madre de Jennifer Jones, defiende la decisión de su hija y asegura que sus nietos se quedaron "petrificado" cuando les dijeron que tenían que volver con su padre a España y había pedido no ser enviados.