Mato se ha pronunciado así en el pleno del Senado en respuesta a la senadora del Grupo Parlamentario Socialista en la Cámara Alta, María Victoria Chivite Navascués, quien le ha preguntado sobre el impacto que va a tener el "nuevo" copago de medicamentos de dispensación hospitalaria a pacientes no hospitalizados, que entrará en vigor el próximo 1 de octubre, y sobre la recaudación que el Ministerio espera obtener con esta medida.
En este sentido, la ministra ha asegurado que no se trata de una nueva medida ya que, según ha recordado, estaba ya incluida en el Real Decreto-ley 28/2012, de 30 de noviembre, de medidas de consolidación y garantía del sistema de la Seguridad Social. Dicho esto, Mato ha explicado que sólo va a afectar a aquellos pacientes que no estén hospitalizados y que, además, la cuantía máxima que van a tener que pagar es de 4,20 euros.
Así, la titular del departamento de Sanidad ha insistido en que, al igual que el resto de copagos, los ciudadanos con rentas más bajas y los desempleados no van a tener que pagar "nada" por estas medicinas y que, el resto, van a pagar en función de su renta hasta alcanzar el máximo de los 4,20 euros.
"Los únicos que han pretendido siempre que los españoles paguen por su asistencia han sido los socialistas. Lamento recordárselo pero el copago ha sido una propuesta socialista defendida por ministros y dirigentes del PSOE. Es verdad que ahora nosotros hemos pedido un esfuerzo a los ciudadanos pero de una manera equitativa en función de su renta y no de forma igual como era hasta ahora", ha apostillado Mato.
EL PSOE PIDE SU DIMISIÓN
Estas declaraciones han sido debatidas por la senadora socialista quien ha pedido su dimisión al considerar que "no prioriza" a los enfermos, dependientes y mujeres, por su "falta de honestidad" al "ocultar" esta medida y por su "escasa coherencia".
Asimismo, Chivite Navascués ha asegurado que este copago es una medida "para recaudar a costa de los enfermos más graves" y ha lamentado que al Ejecutivo y, especialmente al Ministerio de Sanidad, "no le importe" las consecuencias "tan graves" que puede tener la aplicación de esta medida en las personas con patologías graves como, por ejemplo, enfermos de cáncer o de hepatitis.
"Han decidido provocar a las personas enfermas un sufrimiento injusto, sin sentido y absurdo porque la recaudación será inferior al coste que nos va a costar implantar esta medida. Por tanto, esta es una prueba más de la catadura moral de un Gobierno insensible cuya prioridad no son los enfermos, sino disuadir el consumo y recaudar. Es ridículo y, por ello, le pido que recapacite y retire la medida ya que sólo nos va a generar más problemas", ha zanjado la senadora socialista.