"En el momento que aparezca Marta y le demos sepultura, que sepamos dónde está, descansaremos", ha afirmado Antonio del Castillo, padre de la menor desaparecida desde el pasado 24 de enero. Miguel Carcaño, recluso en la prisión de Morrón de la Frontera, insiste en que ha contado al juez la verdad en su última declaración. Mantiene que él y el menor apodado el Cuco golpearon, amenazaron, violaron y mataron a Marta y que se deshicieron del cadáver arrojándolo a un contenedor de basuras.
El cuerpo de Marta del Castillo es la prueba fundamental para imputar a los implicados el delito de asesinato o el de homicidio. Hoy ha sido rescatado de las aguas del río Guadalquivir en Sevilla el cadáver de un anciano de 76 años, en el lugar donde empezó el rastreo siguiendo la primera versión de los hechos de Miguel Carcaño. La búsqueda sigue en la "zona sensible" del vertedero de Alcalá de Guadaíra, donde se calcula que se encuentran los residuos vertidos en la fecha del crimen.
El Juez de Menores de Granada, Emilio Calatayud, ha declarado al diario ABC de Sevilla que si no apareciese el cadáver de la desaparecida, la imputación "podría ser de homicidio" y no de asesinato. También se acusaría a Miguel Carcaño y a los demás imputados de "detención ilegal". Se calcula que la pena sería de hasta 30 años de prisión si el hallazgo del cuerpo demostrase que hubo alevosía y ensañamiento en la muerte de Marta, con una sentencia final de delito de asesinato. Por el contrario, si no apareciese el cuerpo ni restos de Marta, la pena se rebajaría a unos 15 años por ser tan solo declarados culpables de homicidio.
Por el momento, los funcionarios de la prisión de Morón de la Frontera están investigando de dónde sacó Miguel Carcaño el cordón de chándal que utilizó para colgarse en el baño. Los responsables de los reclusos creen que es posible que Miguel le sustrajera el cordón a otro preso y que su intento de suicidio fuese preparado y no un acto espontáneo.