Durante la jornada, que ha congregado en la Cámara Baja a responsables ministeriales y de las Comunidades Autónomas, a representantes de los fabricantes y del I+D y a las asociaciones de víctimas de accidentes, se han exhibido también las últimas novedades tecnológicas en materia de seguridad activa y pasiva.
En las diferentes mesas redondas que se han celebrado en este foro, los fabricantes han reclamado al Gobierno ayudas para incorporar los nuevos elementos de seguridad al parque automovilístico de más de diez años de antigüedad, que asciende a siete millones de vehículos en España.
Las marcas han apostado también porque algunos sistemas de seguridad, como el control de estabilidad, se instalen de serie en todos los utilitarios, incluso en los de precio más bajo.
Para el director del Seguridad Vial del RACE, Tomás Santa Cecilia, los nuevos dispositivos tecnológicos que pueden incorporar los vehículos no deben ser vistos "como un gasto" que encarece el precio, sino como "una inversión en la vida".
En esta misma línea, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha animado a la renovación del parque de automóviles y se ha mostrado convencido de que vehículos más modernos son también vehículos más seguros.
En la inauguración de las jornadas, el ministro del Interior se ha felicitado por el descenso sostenido de las cifras de siniestralidad en los últimos años y se ha mostrado convencido de que aún "no se ha agotado el ciclo" que se inició con la entrada en vigor del carné por puntos y de la reforma del Código Penal en materia de seguridad vial.
Rubalcaba ha anunciado que el número de muertos en carretera se ha reducido en un 8 por ciento desde enero, lo que supone 33 fallecidos menos hasta el 15 de marzo.
En España hay 31 millones de vehículos, y el año pasado se matricularon 1,6 millones, lo que demuestra, a juicio del titular de Interior que, a pesar de la crisis, los ciudadanos nunca han renunciado al automóvil porque forma parte de nuestra "autonomía vital".
En materia legislativa, los grupos parlamentarios se han mostrado partidarios de que la recaudación por infracciones de tráfico se destine exclusivamente a políticas y medidas de fomento de la seguridad vial.
En una mesa redonda con el título "Por una conducción segura", el portavoz de seguridad vial de CiU, Jordi Jané, ha afirmado que si se destinase el cien por cien de lo recaudado a estas políticas se podría invertir más en la eliminación de "puntos negros", en sustituir las barreras agresivas para los motoristas, en educación vial o en la ayuda a las víctimas de los accidentes.
Además de los foros de debate, las dependencias del Congreso han acogido una decena de expositores con los últimos avances tecnológicos del sector del automóvil.
Novedades que se irán incorporando en el futuro a los vehículos de serie y que, según los fabricantes, permitirán reducir significativamente la cifras de siniestralidad en carretera.
Sistemas de alerta del cambio involuntario de carril o que detectan la somnolencia y despiertan al conductor, manos libres que se manejan por voz y sin botones, o dispositivos que impiden el arranque del coche si se supera la tasa de alcoholemia, se han mostrado en el garaje de la Cámara Baja.
Diputados e invitados a la jornada han podido pilotar también dos simuladores de conducción de coches y motos instalados por el RACE y Honda.
Los simuladores, que imitan todas las características del vehículo, sitúan al conductor en situaciones de riesgo, tanto en carretera como en ciudad, con lluvia, hielo o con los neumáticos en mal estado.
Estos sistemas se utilizan ya en autoescuelas, en academias de policía local y en cursos de seguridad en el trabajo, y también se exhiben en zonas de ocio para que los jóvenes sean conscientes de sus limitaciones y del peligro de ponerse al volante después de beber alcohol.