El letrado Hernán Jaureguiber dijo que el pasado lunes 25 de octubre dejó un escrito en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires donde le confirmaron que desde ese momento su asistido, Gastón Castillo, era ahijado de quien gobernó en Argentina de 2003 a 2007.
"Es más: acordamos un encuentro para que se conocieran para el 18 de noviembre en la Residencial Oficial de Olivos", a las afueras de Buenos Aires, precisó el abogado.
"Lamentablemente, Gastón no conoció a su padre biológico ni ahora tampoco pudo conocer a su padrino", subrayó al aludir a la muerte de Kirchner, ocurrida el pasado 27 de octubre.
La historia de Gastón Castillo, de 33 años y séptimo hijo varón de Josefa García y Roberto Castillo, adquirió notoriedad pública a finales de septiembre, cuando su abogado pidió por carta al cardenal primado de Argentina y arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, que anulara el padrinazgo de Videla.
El ex dictador acreditaba esta condición por una ley que establece que el séptimo hijo varón tiene derecho a ser ahijado del presidente del país.
En 1977, en plena dictadura militar, Josefa García decidió acogerse a ese derecho porque creyó que esa opción favorecería la posibilidad de hallar a su marido, quien llevaba varios meses desaparecido.
Pero no resultó así, ya que los restos de Roberto Castillo fueron encontrados el año pasado en un cementerio de las afueras de Buenos Aires, enterrados como "NN" (desconocido).
Hace un mes el Arzobispado de Buenos Aires aceptó el pedido del joven amparándose en el Código de Derecho Canónico, que "permite cambiar el nombre del padrino" registrado en el bautismo de una persona.
Junto a una treintena de imputados, Videla, de 84 años, es juzgado desde hace varios meses en la provincia de Córdoba (centro del país) por crímenes cometidos durante la dictadura.
El padrinazgo presidencial del séptimo hijo varón es una vieja tradición en Argentina que se convirtió en ley en 1973, durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón.