Nikki dijo "No podía moverme del dolor que tenía en ese momento y sentía la necesidad de empujar. Después de empujar varias veces vi a mi hijo".
"Aaron me llamó por teléfono para decirme que estaba de camino y me preguntó ¿quién es ese? ¿quién está llorando? y yo dije, es tu hijo", comentaba la joven según publica el diario Mirror.
El bebé pesó 2,721 kilos al nacer y mediante comprobaciones del hospital Nikki se encontraba entre la semana 32 y 37 de embarazo. "James es perfecto en todos los sentidos y no tengo una sola marca del embarazo, así que no puedo quejarme. Yo estaba tomando la píldora y tenía los ciclos normales. Me iba al gimnasio dos veces a la semana y es por eso que los médicos dijeron que no había tenido barriga”, afirmaba la joven.