La fotografía de un niño en los huesos y totalmente desnutrido, bebiendo de una botella que le ofrecía una mujer, conmocionó las redes sociales.
El niño, hoy llamado Hope, fue abandonado por su familia en Nigeria tras ser acusado de brujería. La voluntaria Anja Ringgren Lovén se topó con él y desde entonces ha creado una campaña por todo el mundo para que niños como Hope no queden a su suerte.
Anja ha compartido a través de su Facebook una fotografía del niño en la actualidad, donde se puede apreciar con salud y una sonrisa que ilumina.