Nuevo conflicto de gas en Ucrania amenaza con afectar el tránsito a Europa

EFE 04/03/2009 11:56

Agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) irrumpieron en la sede de Naftogaz en Kiev y procedieron a registrar las oficinas, en una operación calificada de "asalto" en el Parlamento y que motivó enérgicas protestas del Gobierno.

"Funcionarios que investigan la apropiación por cargos de Naftogaz de 6.300 millones de metros cúbicos de gas entraron en su sede para incautarse de documentos en cumplimiento de la orden del juez instructor que lleva el caso", señaló el SBU en un comunicado.

El jefe adjunto del SBU, Valeri Joroshovski, se personó en el Parlamento, donde afirmó que "un grupo de altos cargos que incluye a miembros de la dirección del Gobierno efectuó una operación ilegal" por un monto de 7.500 millones de grivnas (920 millones de dólares).

Diputados y analistas enmarcaron ese incidente en la lucha entre la primera ministra, Yulia Timoshenko, y el presidente Víctor Yúschenko, mientras dirigentes de Naftogaz advirtieron de que la acción del SBU puede poner en jaque a la compañía.

Su portavoz, Valentín Zemlianski, explicó que los agentes buscaban los contratos de suministro y tránsito de carburante que Naftogaz firmó por diez años con la rusa Gazprom tras la guerra del gas con Moscú, que afectó en enero a gran parte de Europa.

"Sin estos documentos, Naftogaz no podrá formalizar en las aduanas la entrada de gas para su consumo interno ni su tránsito por territorio de Ucrania (a Europa), no podrá cumplir sus obligaciones contractuales", explicó el jefe del departamento jurídico de la compañía, Serguéi Davidenko, citado por la agencia Unian.

Por Ucrania pasa en torno al 80 por ciento de las exportaciones rusas de gas natural a Europa.

En Moscú, Gazprom expresó su "preocupación" y su esperanza de que ese conflicto no afecte el pago de los 400 millones de dólares que Naftogaz le debe abonar hasta el próximo sábado por el gas recibido en febrero, ni el tránsito del carburante a los países europeos.

Al tiempo, Naftogaz avisó de que ya ha transferido a Gazprom el 80 por ciento de la suma indicada y que abonará a tiempo el resto.

El conflicto gira en torno a una partida de 11.000 millones de metros cúbicos de gas perteneciente a RosUkrEnergo, oscura compañía suiza propiedad a medias de Gazprom y de dos empresarios ucranianos que, según los últimos acuerdos entre Kiev y Moscú, perdió su estatus de intermediaria en las ventas de gas ruso a Ucrania.

La primera ministra ucraniana declaró que Naftogaz, siguiendo una orden suya, compró a Gazprom los derechos a ese gas, que formalizó como suyo, pagando los respectivos aranceles aduaneros y una compensación a RosUkrEnergo.

Pero RosUkrEnergo afirmó que no tuvo ningún acuerdo al respecto con Naftogaz y que el carburante sigue siendo de su propiedad en calidad de gas destinado para el tránsito, mientras el SBU investiga las operaciones "ilícitas" con ese combustible.

Timoshenko procuraba desde hace tiempo eliminar a RosUkrEnergo como "instrumento de corrupción", objetivo que era visto además como un ataque al presidente, al que acusaba de estar detrás de la compañía intermediaria.

El viceprimer ministro Alexandr Turchinov, estrecho aliado de Timoshenko, responsabilizó directamente al presidente de la operación del SBU en Naftogaz, de la que dijo que supone una amenaza a la seguridad del país si se confirman las versiones de que el servicio secreto embargó todo el gas perteneciente a la compañía.

La Presidencia replicó que Yúschenko "respalda plenamente las acciones" del SBU, que opera "dentro de la ley y de sus facultades".

"El presidente está convencido de que los abusos cometidos deben ser investigados con decisión e insistencia. Hay que acabar con la debilidad y la apatía profesional de las fuerzas del orden", indicó la portavoz de Yúschenko, Irina Vánnikova.

Timoshenko, por su parte, dijo que "el servicio secreto no podía actuar sin el beneplácito del presidente" y prometió "castigar con dureza a aquellos que pretenden atentar contra la propiedad del Estado", en alusión a la polémica partida de gas.

"Estamos presenciado un nuevo episodio del conflicto entre el presidente y la primera ministra de Ucrania. Timoshenko controla Naftogaz, pero al presidente aún le quedan sus facultades y el SBU", comentó al diario digital Gazeta.ru el politólogo Alexéi Makarkin.

El experto subrayó que la rivalidad de ambos dirigentes se recrudece de cara a las elecciones presidenciales de finales de este año o principios del próximo, y que Yúschenko, con su popularidad por los suelos, está "dispuesto a todo para denigrar" a Timoshenko.