El científico colombiano, que ha venido a España para inaugurar VivaAmérica, un acontecimiento de científico-cultural de españa y Sudamérica, asegura que ha avanzado mucho desde que hace 20 años desarrolló la primera vacuna sintética frente a la malaria "cuya eficacia era de un 30 a un 50 por ciento. Ahora trabajamos con monos, pero en uno o dos años haremos los ensayos en humanos, y eso es muy rápido. Por mi entregaría ahora mismo la vacuna -dice-, a la Humanidad, pero hemos tenido inconvenientes y quiero que esté perfecta".
Patarroyo no quiere hablar de manos negras sobre su trabajo, pero sí cuenta que le han acusado de traficar con los monos con los que experimenta: "los tengo a 300 metros del laboratorio y me llegan con permiso del Ministerio de Medio Ambiente de Colombia", explica.
Cuenta también que le han puesto muchas zancadillas a su actividad investigadora "lo que ha retrasado al menos en 2 ó 3 años el tener lista la vacuna". Pero las dificultades no lo paran. En sus avatares siempre ha contado con ayuda española. "Quiero dejar claro mi agradecimiento a España, a la ayuda de la Agencia Española de Cooperación Internacional", enfatiza.
Esa ayuda, ha servido "hemos podido trabajar y así descubrir de qué manera el parásito que inocula el mosquito 'Anopheles gambiae' cuando pica, se agarra a las células del hígado o a los glóbulos rojos. Eso nos da la manera de atacarlo y es lo que estamos redondeando en estos momentos".
Además -dice el científico-, investigando la vacuna para la malaria hemos descubierto reglas con las que desarrollar otras vacunas para hepatitis, leishmania, cánceres, etcétera. No quiero dar fechas de entrega (para la de la malaria) porque uno no sabe nunca donde van a encontrarle pegas o trabas para desarrollarlo, pero estamos en el buen camino."
No está de más recordar que la malaria afecta cada año en el mundo a 500 millones de personas y que mata a otros 3 millones, la mitad niños.