Oceana felicita al Gobierno por cerrar el cerco sobre la pesca pirata en la Operación Yuyus y Vidal Armadores

EUROPA PRESS 18/03/2016 13:37

A su juicio, las acciones de España "abren una nueva era en la lucha mundial contra la pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada". Así, celebra que la 'Operación Yuyus', en la que han participado la Guardia Civil e Interpol, se haya saldado con seis detenidos y 16 personas investigadas por delito ambiental, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. En la operación han participado catorce países para desarticular este grupo cuyos beneficios alcanzaban los 10 millones de euros al año.

La ONG ha subrayado en un comunicado que en dos días, la constelación de empresas de pesca pirata en torno a Vidal Armadores ha recibido "multas récord" y ha sido desarticulada.

"Las acciones de España están escribiendo la historia de cómo se va a erradicar la pesca ilegal de los océanos. La pesca pirata no es solo un delito ambiental, sino que pone en peligro el sustento de los pescadores legales. Instamos a los gobiernos de todo el mundo a emplear la ley, unir fuerzas y seguir este ejemplo pionero", ha destacado el director ejecutivo de Oceana, Lasse Gustavsson.

Este viernes, la Guardia Civil e Interpol han detallado la operación que para Oceana es "sin precedentes" y que se ha saldado con seis detenidos y 16 personas investigadas por delito ambiental, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales.

El resultado de la 'Operación Yuyus' coincide con el anuncio ayer del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de sanciones por un total de 17,84 millones de euros a esta misma red de compañías relacionadas con Vidal Armadores.

La pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR o IUU, por sus siglas en inglés) es una de las principales causas de la sobreexplotación de los océanos. La Guardia Civil calcula los beneficios del grupo en al menos 10 millones de euros al año.

Los piratas capturaban merluza negra, una lucrativa especie que es esencial para el equilibrio ecológico de las aguas de la Antártida, por lo que sus acciones se consideran un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente en general.