‘Operación caracol’: un maquinista reconoce que disminuía la velocidad del tren para que le despidieran

Informativos Telecinco / Agencias 12/01/2018 18:34

La denominada por Cédric Grumiaux, el conductor del tren, como ‘Operación caracol’ se basaba en que quería ser despedido para poder aceptar una oferta mejor remunerada en una compañía privada. Pero claro, esto sólo podría ocurrir si era despedido, no si renunciaba al puesto que ocupaba.

Y no sólo eso, el propio Grumiaux asegura, tal y como recoge The Guardian, que hasta 70 compañeros suyos maquinistas quieren también abandonar la empresa SNCB. Por ello temen una repuesta intimidatoria de los gerentes.

Tanto es así que, según el sindicato de conductores de trenes, uno de cada 10 de sus 3.500 maquinistas que tiene la compañía ha entregado un aviso solicitando abandonarla.

Desde 2007, año en el que el sector ferroviario belga amplió se abrió a empresas extranjeras y privadas, esta práctica es habitual por las mejores condiciones económicas y beneficios que ofrecen estas nuevas compañías.

Así, Grumiaux, que retrasó 38 minutos esta semana a los pasajeros que viajaban de Mons a Lieja, ha explicado a la cadena belga Bel RTL: "Se ha respetado la seguridad y no molestamos a los colegas. Aunque hay personas que llegaron tarde, y por eso me disculpo”.

"Lo que sucedió es que cambiaron las reglas durante el juego. De un mes a un año, es injusto. Entiendo que me arriesgue a una multa, en teoría pueden despedirme de inmediato, pero comprenderán que esta opción no me preocupa”, ha indicado el maquinista que quiere ser despedido.

Por su parte, desde la compañía en cuestión, SNCB, su portavoz, Thierry Ney, ha relatado que “es una acción inaceptable. Hay foros de diálogo y no podemos tomar a los clientes como rehenes”.

“En SNCB, un conductor está entrenado por 12 a 18 meses. Él es pagado durante este período. Se ha invertido dinero público en su entrenamiento, por lo que tiene sentido protegernos contra una partida prematura”, ha finalizado Ney.